04. Julio 2023
La reciente revelación de la diputada Catalina Pérez respecto a su conocimiento previo sobre el caso Democracia Viva ha suscitado una serie de dudas y contradicciones que merecen una profunda reflexión sobre su papel en este escándalo político. En una entrevista con La Tercera, Pérez afirmó haber informado del caso a diversas figuras políticas antes de que estallara públicamente, incluyendo al senador Juan Ignacio Latorre y la ex subsecretaria del Minvu Tatiana Rojas.
Sin embargo, estas declaraciones plantean más interrogantes que respuestas. ¿Fue realmente una denuncia de irregularidades o una defensa anticipada ante un proceso que podría costarle el desafuero? La discrepancia entre la versión de Pérez y la cronología de los hechos, así como las contradicciones en los testimonios de otros protagonistas, generan una sombra de duda sobre la verdadera intención detrás de sus acciones.
Por un lado, Pérez no mencionó haber informado a figuras clave como el Presidente Boric, Miguel Crispi o Giorgio Jackson, lo que podría interpretarse como un intento de proteger al Ejecutivo y a su propio partido de posibles consecuencias políticas. Por otro lado, la falta de transparencia en el manejo de la información y las discrepancias en los relatos sugieren un intento por desviar la atención de responsabilidades propias.
Además, la confusa respuesta del Presidente Boric respecto a cuándo tuvo conocimiento del caso, así como los supuestos rumores que circularon entre distintos actores políticos, añaden más incertidumbre a un panorama ya de por sí turbio. ¿Cuál fue el rol real de cada actor en este complejo entramado de información y desinformación?
En medio de estas dudas, queda claro que es necesario un esclarecimiento exhaustivo de los hechos para restaurar la confianza en las instituciones y en la transparencia del sistema político. La ciudadanía merece respuestas claras y acciones concretas para asegurar que casos como este no vuelvan a repetirse en el futuro. La democracia exige transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas, valores que deben prevalecer por encima de cualquier interés partidista o personal.
Rodrigo A. Longa T.
